En la vida uno aprende que a veces hay que perder lo que más se quiere, precisamente porque deseas lo mejor para esa persona. En eso consiste, en parte, el Amor Verdadero.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Díficil arte perder lo que se quiere...a veces son los demás los que nos dejan atrás por voluntad propia, a veces somos nosotros quienes renunciamos...en cualquier caso,la pérdida involuntaria es un pulso contra nuestro nivel de tolerancia a la frustración. Un abrazo
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Díficil arte perder lo que se quiere...a veces son los demás los que nos dejan atrás por voluntad propia, a veces somos nosotros quienes renunciamos...en cualquier caso,la pérdida involuntaria es un pulso contra nuestro nivel de tolerancia a la frustración.
Un abrazo
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