Sonreí como hacía mucho tiempo que no lo había hecho, como si la
luna creciente se hubiera descolgado y estuviera en mis labios
imposibles de cerrar. A partir de hoy ya sería algo claro e
irrenunciable: en todas y cada una de mis sonrisas verdaderas
podría cerrar los ojos y verla a ella. Ella! solamente hacía unos
minutos desde que me había dado su número de móvil, unas horas
desde ese momento extraño en que la conocí... Todo había sido tan
intenso y emocionante que parecía que habíamos hablado durante
años... Aparqué el coche un poco más lejos de casa de lo habitual,
para poder pasear y contemplar el amanecer de uno de los últimos
días de primavera, del primer día de algo a lo que no terminaba de
poner nombre... pero estaba claro que era algo tan grande como el universo.
Casualidad o destino, era mío y prometí no dejarlo ir, cuidarlo,
porque ya estaba plantado como una semilla de girasol...
Entonces ocurrió: el móvil emitió el personal pitido del droide de
Star Wars y apareció una palabra: "gracias". Era de ella, como
no, pero lo que me tendría semanas pensando fue la fecha de envío del
mensaje: 6-6-2006.
Estaba claro que todo aquello rezumaba magia; el tipo de magia que
siempre había estado buscando.
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3 comentarios:
Sniff, qué bonito y a la vez qué tétrico...Cuídalo, riégalo y que crezca.
P.S: aún no he visto esta peli, tengo tantas pendientes...
Besicos
Guau tardaste en escribir pero qué bonito lo que escribiste!
La fecha es en sí bonita. Pero acabará significando lo que tú, más allá de los números, quieras que signifique, y lo que, más adelante, los acontecimientos quieran que signifique.
En cualquier caso, me alegro infinito por todas sus sonrisas verdaderas y lo que ahora hay tras ellas :)
Un beso
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