Domingos fríos, textiles y de sueños raros

* Como fiel cumplidora, la semana trae un nuevo domingo. Igual que las lunas empañadas de un coche, los domingos no deben ser tomados muy en cuenta. Distorsionan la vida. Deben existir, claro, pero con la misma razón de ser que la niebla o el hielo de la carretera por la noche. Los domingos son para saber que podemos disfrutarlos con perspectiva. Que venga ya la puta perspectiva.

* Tejo nuevas vestiduras con hilos musicales y esencia de cine, de forma que el invierno no se haga tan duro. Sé que no es como pintar la capilla Sixtina o darle unas alas a la Gioconda para que intente volar. Ni siquiera es una creación propia, pero al menos me entretengo mientras el mundo se empeña en dejarme en la reserva. Odio la inactividad y apenas aguanto la espera. Si la paciencia no es mi fuerte, tendré que revestir la realidad con algo que espero que se considere hermoso. No me queda más remedio, no? Tendré que ser buen chico y esperar el recreo de esta clase de costura.

* Estoy soñando. Vuelvo al pueblo donde crecí y descubro que muchos se han ido. Hay noticias de la inminencia de una guerra. Se ven gentes armadas. No sé porqué salgo corriendo bajo la lluvia, sin miedo a resfriarme. Me doy cuenta que estoy corriendo desnudo, pero no me importa. Recorro el viejo parque donde había enanitos de piedra. Estoy empapado, tengo miedo y no entiendo nada. En mi mano está el móvil, te llamo. Tú intentas poner un poco de orden en esta locura. Me dices que vuelva.


Alanis Morissette - Underneath