miércoles, 7 de octubre de 2009

Espejismos



A veces uno tiene que reconocer sus errores y hacer que salgan de ese lapso de tiempo previo al presente. Porque si no lo hace, ellos te persiguen adelantando el pasado a unos escasos instantes acechantes, dispuestos a hacerse actuales en cualquier momento.
La única manera de enviarlos a su preterito imperfecto simple es pararse en el lugar adecuado, frente a la persona correcta, mantener la mirada y admitir, frente a frente, que uno se equivocó.
No me resulta nada fácil disculparme, pero después, la entropía se reduce y puedo retornar a cierto equilibrio endógeno, natural y sencillo.

Cuando te equivocas tanto con alguien también te sientes muy pero que muy estúpido y esto requiere una segunda opinión del doctor espejo: ¿qué eres? parece preguntar desde el otro lado.
No tengo ni idea de qué soy y desde luego, nadie perfecto, pero me temo que mi precio va un poco más allá de la factura de haberme equivocado con dos personas.

Al menos, una de ellas ha visto hoy cómo se pide sinceramente perdón por no haber escuchado sus palabras a tiempo y, aunque no haya servido para nada demasiado práctico, a mí me vale (de valor).



... If we don't know where we belong
It'll make no difference from where we started ...

9 comentarios:

Mae dijo...

Reconocer los errores es bueno, y necesario...
Al igual que saber pedir perdón...
Hay una frase que mi madre dice mucho... y me ha venido a la cabeza leyéndote..
"desde que se inventó el perdón, estamos todos jodidos"

Como siempre, un placer leerte.
BEso.

BUENAS NOTICIAS dijo...

Saber y reconocer que no sabes quién eres es el primer paso para encontrar tu verdadero yo.
Reconocer errores y pedir perdón es de sabios. Veo que tienes un buen espejo, Neo...

Thabitha dijo...

Felicidades, con tus últimos post acabo de adjudicarte otro superpoder: el del oportunismo. Últimamente hablo de temas que luego veo reflejados en tus post. Gracias, porque me ayuda.
Besos!

Neo dijo...

@Mae: qué sabio tu padre! jaja, por la reflexión y por el humor!

@Buenas: tengo convexos, cóncavos, retrovisores, panorámicos, cenitales, tengo espejos, oiga! jaja

@Thabitha: ya sabes que es un placer ayudarte, aunque sea de una forma tan curiosa, jaja

Salud!

Mae dijo...

Mi mami... no mi papi.
PEro es lo mismo. jiji.

Caos dijo...

por lo menos has sido honesto contigo mismo, que no es fácil.
bss

Pilar dijo...

Qué buena esa apreciación, "de valor".
Yo creo que a veces no es tanto una cuestión de valor como de tener claro el deseo, en el peor de los casos la reflexión. Prioritario lo primero, desde ahí nos comemos lo que sea. Se puede perdir disculpas y solicitar acercamiento de muchas maneras, a veces hasta sin palabras, solo hace falta alguien que quiera y alguien que escuche o vea. Es difícil esto de la culpa en general por otra parte ¿no crees?
Besico

Claudia Hernández dijo...

Bueno, tal como dice Pilar, primero tiene que existir la voluntad, pero claro, luego de ello toca armarse de valor, y no es fácil... creo que uno tiene que hacer un ejercicio incansable de atención a uno mismo.

Creo que luego de pedir perdón, lo más importante es tratar de evitar la situación que lo causó (es decir, esforzarse porque no vuelva ocurrir y por hacer las cosas mejor, claro)

Neo dijo...

@Mae: tu mami fue sabia de encontrar a tu papi. jaja

@Caos: si, tengo que darle una vuelta a lo que yo defino como honestidad, jaja

@Pilar: si es que los que hemos caído al mundo en familia católica llevamos el peso de la culpa desde hace demasiado, jaja.

@ Claudia: Efectivamente, de esta situación saqué dos promesas que deberé cumplir si vuelve a darse el caso. Las autopromesas son las más difíciles de cumplir? no sé.

Datos personales