lunes, 31 de agosto de 2009

Pastillas

Mi viaje se plantea inmenso de precariedades, entre otras cosas en el apartado alimenticio, por lo que decido comprar vitaminas encapsuladas. No soy nada amigo de pastillas o medicamentos, pero tiro para una de esas ecotiendas donde se supone que compras productos un poco más naturales. Llego, entro e investigo un poco. Pregunto al tipo ese que se parece a Banky Edwards; saca un frasco de una marca americana - son las mejores, a pesar de ser yankies - me dice, mientras yo me contengo la risa al pensar en Jay y Bob el Silencioso cogiendo un autobus para ir a Shermer a vender maría. Pero no hay ningún Shermer en Illinois y definitivamente las pelis son una mierda y John Hughes un cabronazo. Pero Banky me cae bien porque hace bromas antiamericanas y yo le digo que si una barrita energética de multicereales biológicos equivale a un pollo frito y él se ríe y dice que si, y con patatas.
Al llegar a casa, abro el frasco y veo que son unas pastillas gigantescas, con forma de romboedro de aristas redondeadas y de color amarillo anaranjado fosforito (posteriormente verificaría que ese color tintaría completamente mi agüita amarilla y podría ser reconocido en la nocturnidad de cualquier campo suizo en el que se me ocurriera hacer mis necesidades menores).

Dios mío, son enormes y creo que voy a morir de un ataque multivitamínico, multioligoeleméntico y mineralizado. Una de estas cosas se quedará atravesada en mi garganta y tendrán que hacerme una laringotomía de emergencia con un bolígrafo bic cristal!!
Pero no. No pasa nada. Puedo tragar más de lo que imaginaba. Y en el fondo, supongo que si me lo vende un personaje de Kevin Smith y me hace mear fosforito, debe ser bueno.

domingo, 30 de agosto de 2009

Susurros contra la envidia


Añoro cuasiliteralmente algo que no tengo y lo hago de esa forma en que se echan de menos las cosas decisivas, tan importantes que aunque intentes reemplazarlas con otras piezas del puzzle vital, resulta melancólicamente imposible.
La incompleta claridad de mi visión refleja en el mundo exterior las luces del espacio cuántico ,vacío probabilísticamente hablando, y la nada que me falta se materializa en algo que no existe en mi ciudad.
Si, envidio. Me cambiaría ahora mismo por cualquier habitante de NY, que puede fijar el espíritu de su ciudad y de él mismo, en el Puente de Brooklyn o en la imponente fachada del Empire State.
Malpienso en los parisinos del distrito 1 y su diaria sensación de cercanía con la Torre, fortaleciendo su alma al conjugarse con la potente estructura de acero roblonado.

Y lo hago porque yo no tengo una referencia clara en mi ciudad que me haga sentirme parte de ella; no hay ningún icono magnificado con el que me pueda haber fusionado histórica y mentalmente... bueno, tal vez el cielo surcado por estelas de queroseno combustionado en viajes aéreos o quizás las autopistas de salida, desiertas a altas horas de la noche, cuando la gente decente duerme.

Aire y asfalto son las referencias de mi ciudad, y parecen querer susurrarme, con una sonrisa inmensa de los días cálidos de verano, el camino de la felicidad: el viaje.

sábado, 29 de agosto de 2009

Alveolar


Hay quien dice que en la vida se nos enseña a esperar la felicidad, como si de niños hubiéramos aprendido miméticamente a comprar boletos de sorteos navideños que indefectiblemente tocan a otros; nunca se nos dice qué hacer cuando no llega: no tenemos plan B alternativo a la felicidad.
Creo que, cuando llegue el momento, enseñaré que no hay que esperar ciertas cosas porque en su esencia está el movimiento, el viaje a fin de cuentas.

La mediocridad estadística y burguesa en la que vivimos compartiendo Zeitgeist, con subrutinas más o menos flexibles como FROM trabajo TO centro comercial, FROM lunes TO viernes, RETURN... es un escenario idóneo para comprar boletos de lotería en lugar de esos billetes de avión de 2000 euros que sirven para dar la vuelta al mundo durante un año.

Me detengo un instante y cierro los ojos para verlo todo un poco más oscuro; puedo notar todos y cada uno de mis 700 millones de divertículos alveolares intercambiando oxígeno ansiosamente mientras pienso que nunca en mi vida he comprado lotería o he ido al bingo y, lo más importante y que me deja expuesto a mi diaria dosis de psicolepsia emocional: quedo micromolecular y universalmente sobrecogido bajo el sentimiento de ser un experto en planes B, C, D, E ...

viernes, 28 de agosto de 2009

Sourire Cosmique


A veces pienso cómo sería mi vida si hubiera crecido en un universo paralelo en el que nunca hubiera aprendido a leer y escribir. En cambio, imagino que he nacido dentro de una familia hippie sesentera muy muy especial, en la cual la única forma de comunicación transmitida fueron las sonrisas.

Nada de palabras, prosa, poesía, estilo libre, lenguaje gestual: simplemente hoyuelos, dientes asomando entre los labios, carcajadas más o menos sonoras con diferentes vocales (aunque yo no sabría lo que es una vocal), ironía, sarcasmo, miedo incluso y mil matices y tonalidades risibles que ahora desconozco se abrirían ante mí para, tras toda una vida conociendo un universo pseudocromático de sonrisas y carcajadas, ser capaz de leer la mente de la gente, sólo cuando se ríe.

Me pregunto si sería más feliz, si estaría más cerca de la verdad, si agradecería u odiaría a mis padres al tomar conciencia de lo que soy. Me pregunto qué clase de sonrisa tendría en este universo personal y creo que intuyo cual sería...


jueves, 27 de agosto de 2009

Fantasmas


Los fantasmas y demonios existen, quien diga lo contrario está en su derecho, pero no dice la verdad. Dicen que la verdad es algo borroso e improbable que está en el fondo de un tunel muy profundo. Quien desaloje los seres oscuros de su vida y quiera eliminar las sombras de maléficas visiones en su cotidiano existir, estará un poco más lejos de la verdad. ¿Significa esto que está un poco más fuera del pozo, más cerca de la luz?

Yo los veo, como el crío asustadizo del sexto sentido, aunque a veces no sé distinguir su esencia ectoplasmática, sus rasgos maléficos y, sólo tal vez, los confunda con seres de forma humana.

Nunca te acabas de acostumbras de ver monstruos, pero si es cierto que ya no atemorizan como cuando eras niño; eso si, por un instante, el corazón se te bloquea, como si le hubieran dado al pause con un mando a distancia gélido; pero pasado ese momento de duda, comprendes que en tu entrópica visión del mundo, tienen que existir y que, si pasados unos segundos no ha ocurrido nada grave, tal vez no sea ese el temido momento de la confrontación. Aunque llegará.

Y sientes que ellos no siempre están para aterrorizarte o quitarte lo bueno de la vida, si no que a veces simplemente son una señal; parecen decirte "eh, no te descuides, mantente fuerte, porque estamos aquí y no precisamante para ayudarte con las bolsas del super".

Me pregunto si la gente que vemos fantasmas deberíamos llevar un led rojo, una camiseta nerd o un estigma en la mirada con la cual reconocernos entre nosotros. Porque estoy convencido de que no soy el único. Seguro que tú también los ves.

miércoles, 26 de agosto de 2009

De Viajes y Retornos

Pues si, como algunos adivinasteis, el viaje fue de SUIZida y vuelta; pero no contaré acerca del puente más alto del mundo, ni de geisers enormes, ni de tocar nieve en Agosto, ni de glaciares perennes, ni de túneles de 11 Km de longitud... no hablaré de lagos inmensos como mares, de llanuras verdes que olían a vegetal, ni de miles de bicicletas respetadas, de millones (sin exagerar, eh? jaja) de moteros siempre sonrientes; como tampoco diré nada de suizos que hablan español, de autoestopistas alemanes cuyo plan era no tener plan, ni de tantas cosas que pasaron en más de 4000 Kms y diez días de aventura personal.
No diré nada acerca de todo eso.

Porque a veces alguien que escribe debe dejar de hacerlo, por motivos extraños o no tanto, por razones raras pero fácilmente comprensibles, porque el destino personal de cada uno nos lleva a dejar de hacer las cosas que más deseamos.
Y cuando lo hacemos, se abren terceras vías extravenosas y el multiverso en el que habitamos nos enseña sus poliédricas y caleidoscópicas formas, para que aprendamos una vez más que no sabemos nada.

Cuando uno sigue el camino de lo desconocido, paradójicamente se llega a ver reflejado un poco más en la transparente superficie del lago sin monstruos de la razón tranquila.
Cuando uno vuelve a la óribta que dejó pendiente con un "hasta luego" hace 3 años, la vida retorna y colisiona con la propia esencia, demostrando una vez más que quedan muchas supernovas, que aún hay partículas elementales que descubrir y gente interesada a la que contarlo.

EL viaje, como todos los que así se pueden llamar, siempre es iniciático y suicida, porque en cada curva de la carretera vas recogiendo y dejando la misma cantidad de energía vital, y cual mascota maltratada por experimentos cuánticos, vives y mueres dentro de tu caja negra y felina.

Y hoy, día de principios, teorías, leyes y finales; a pesar de la vuelta al trabajo, pese a que dicen que nuestra materia es un 99% hueca, yo te digo que creo: creo en la levedad y sigo soñando con los ojos infinitamente abiertos que g no es tan fuerte, y que la materia y la energía, en su versión oscura, están ahí, esperando a ser descubiertas, descubriendo que son esperadas.

Pues eso, que hola otra vez. =)

martes, 25 de agosto de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

domingo, 23 de agosto de 2009

lunes, 10 de agosto de 2009

Viajo Luego Existo

Nos vemos en un instante; pasadlo bien.

domingo, 9 de agosto de 2009

Llamada a filas


Por fin puedo revelar mi poder. He sido convocado para una misión, esta misma noche. La ciudad brilla de forma especial porque ahora no habrá más teatro y censura, por fin puedo ser yo: hoy hace falta que sea yo.
Paseantes, vecinos y conocidos pueden maravillarse con mis habilidades mutantes, secretamente silenciadas. Cuando levanto el vuelo y me quedo estático a 4 metros de altura puedo ver las expresiones de admiración de todos ellos; sus sonrisas y confianza, porque saben que no soy una amenaza.
Cuando aparecen los primeros demonios oscuros, con sus toscos, lentos y predecibles movimientos, resultan un blanco fácil para los rayos de energía azul que puedo convocar con sólo un poco de concentración.
Hay risas, aplausos, tranquilidad plural e ignorante, a pesar de que es la noche de la LLamada.
Vuelvo a ensayar mis movimientos y ahora realizo un hipersalto con pirueta para posarme en la cima de un edificio: quiero ver el cielo y sus nubes tormentosas una última vez antes de ir.

Al llegar, mi nítido y perfecto vuelo es acogido con miradas alegres. Pronto entiendo que los demás también son mutantes, algunos se teleportan, otros son blancos y dominan el frío; vale, tienen poderes, pero no son comparables a los míos. Pero llegan muchos más. Nunca imaginé tantos mutantes en la ciudad, o en el país, no sé de dónde salen, pero es bueno.
Llegan algunos más poderosos, lo leo en sus ojos. Ellos podrían destruir ejércitos con un movimiento de su brazo. Me fijo en Ella: tiene piel azul y es muy alta, me da cierto miedo su hiperexpresión.

Me despido de la gente normal, también de F. No te he hablado de F. pero es una chica morenita con una sonrisa tan dulce que no pude resistir. No tengo miedo de dejarla ahora, volveré en breve y estaremos bien.

La misión va a ser pan comido. El viaje es en metro hacia la zona M, la parte más oriental de Tokio. El vagón que nos transporta se mueve demasiado lento. Tengo que llegar primero. Salgo del subsuelo y levanto un vuelo impecable hacia mi destino. Al aproximarme, salen al paso dos gárgolas malignas. Con un pequeño giro hago que aparezca en mis manos un arco del que salen dos flechas que atraviesan los cráneos fétidos de esos guardianes voladores.
La fortaleza maléfica va a ser destruida y los seres demoniacos exterminados;
Pero, en un instante, una lluvia de flechas negras cubre el cielo; a duras penas puedo esquivarlas. Muchos de los míos caen. Subestimamos el poder del enemigo. Su fortaleza resiste implacable y no sólo eso, si no que al retirarnos, los ejércitos de las tinieblas salen en un feroz contraataque. Es el fin, hay que escapar, tengo que volver por F... (*)
(sueño-pesadilla de una noche de verano)

viernes, 7 de agosto de 2009

El efecto Emo-DJ

Estoy solo en casa, no al estilo del malogrado M.Culkin si no viendo una peli inexpresivamente interesante que perfectamente se puede ignorar de forma parcial (de momento nada nuevo, piensas impaciente mientras lees esto?).
Entonces, en los intervalos planos de secuencias claramente dignas de haber sido descartadas por el director, me distraigo ilusamente con mi pc buscando geekadas por internet (vídeos, artículos sobre tecnología, cosas raras sobre pelis... ) y en un instante, suena una canción (que yo mismo he tecleado en youtube o clickado en una lista de música) especial, que me gusta, me dice cosas y me anima a hacer.
Y sucede el encuentro de esa canción con el vació silenciosamente plano de la aburrida peli;
y entonces, surge la magia al mezclarse "mi" canción especial con "mi" peli aburrida, y todo cambia de repente: El desorden de los factores altera el producto y lo convierte en arte: gana la sugestividad y parece que algo nuevo va a pasar, algo más propio de mí, más auténtico (si, si, si, mi egocentrismo es digno de épocas anteriores a Copérnico): algo que hará que la peli dé un giro y pase a ser genial, afectada por las nuevas leyes de mi ritmo personal.

A veces me pasa algo parecido a esto cuando estoy cruzando un mal día; de repente consigo leerme la mente y doy en el clavo del instante y la canción que me hace recobrar las esperanzas en un paraíso mejor, una nueva gama cromática más brillante o una historia imprevisible.
Ser DJ emocional es un superpoder reservado a pocas personas, absorbidas por un océano de mp3s que ha subido su nivel demasiado al deshelarse Groenlandia.
¿Conseguiré alguna vez transmitir este efecto a alguien?

jueves, 6 de agosto de 2009

Encuentro

Mil disonancias retumban en el garito mientras se impone a duras penas y de fondo, el Lithium de Nirvana; en todo el espacio baril, menos en mi mente, donde tú tienes esta noche un lugar privilegiado, sin acoples, ruidos o dudas.

- ¿De qué huyes? - sueltas como si nada, haciéndome sentir como Uma Thurman en Pulp Fiction cuando le clavan esa aguja de epinefrina en el pecho.
- Hacía mucho tiempo que nadie me preguntaba algo así - respondo evasivo mientras mil millones de moléculas simpaticomiméticas inundan mi organismo. Respiro, veo, temo, quiero, todo elevado a la gúgol.
- No seas cobarde y dilo. - y tus ojos se vuelven hacia la barra y la cerveza que te espera ahí.
- ¿Y tú qué buscas? - añado, con la rodilla metafóricamente en el suelo del bar, defendiendo mi entereza, mi autoestima y mis estúpidas ganas de impresionarte.
- Yo pregunté primero, ¿porqué iba a responder cuando tú no lo haces?
- Dame una tregua, chica, jajaja. No lo sé.... supongo que trato de escapar de algo que a la vez es lo que busco (*)

Y al ver tu expresión de curiosidad, sorpresa y cierto enfado, por fin entiendo que, tras largos milenios de viaje sideral a la velocidad de la luz, he conseguido lo que buscaba: dibujar una sonrisa cósmica inmensa en mi pequeña máscara nocturna, hecha a base de cine de perdedores y letras de canciones.

Y Kurt Cobain sigue gritando una y otra vez y lo imagino orgulloso con su camiseta de Daniel Johnston (aunque tú no tengas ni idea de quién es DJ). Y siento que este es uno de esos momentos sublimes, perfectos y típicos de mi propia peli vital; y lo veo resonando en palabras que gente lejana leerá mañana mismo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Sin Motivos?

Esta esa pobre chica que pasó una enfermedad grave (una meningitis, creo) y que, de un día para otro, quedó ciega y parapléjica. Posteriormente, y con esfuerzo hercúleo, consiguió recuperar visión y movimiento, pero quedó con un problema grave de agnosia: es capaz de ver, pero no interpreta correctamente los objetos: mira un coche pero no sabe que es un coche.
Cada día, hace su paso habitual, pero guiándose por el tacto de los árboles que encuentra, a los que va poniendo números, porque las cifras son más fáciles de recordar. Tiene pequeños trucos para no perderse y utiliza características para diferenciar a las personas, como el olor, el sonido de la voz...

A veces estoy leyendo en la cama, tirado boca arriba y una palabra o situación de la novela me recuerda algo que pasó y sigo leyendo, pero en realidad mi mente se ha ido a esa otra cosa y para cuando me doy cuenta, llevo dos páginas leyendo sin leer, ensimismado en mis recuerdos. No sé muy bien si la lectura es un trampolín adecuado para relacionar estructuras mentales, o simplemente es un error mezclarlo todo. Hablando de errores, este es uno bastante grave...



Ahora recuerdo momentos vividos consciente e intensamente, sin amnesias temporales ni pensamientos lejanos. Es lo que quiero para siempre y lo que voy a tener, aunque tenga que hacer miles de kms para encontrarlos. Esto suena a viaje, amigos, jaja...

martes, 4 de agosto de 2009

Estrellas y Amistad

Al final terminas por encontrar lo que buscas, como en esas noches de sábado en las que quieres liarte y hacer algo distinto y al final sucede, aunque tengas que meterte con el coche por entre la gente borracha para llegar donde está alguien que se ha pasado de copas y llevarle a casa a que duerma.
El problema suele ser que no buscas con suficiente fuerza, que te quedas en un término medio burgués y acomodado en el que desídicamente esperas encontrar más que buscar. Y eso no puede ser, al menos no para un ser que busca. Si tienes suerte de haber nacido como alguien que encuentra, entonces vale, no te digo nada.
He visto mis aciertos y mi capacidad para resolver problemas; no quiero olvidarlo y, con las adecuadas correcciones, quiero aplicar el método para seguir. No sé hasta cuándo o a dónde.
Me pregunto si las personas que conozco me votarían positivamente en un test de amistad, y si podría recolectar estrellas amarillas, como pasa en ebay, para que la gente que en un futuro me encuentre, vea mi historial de calidad. Me pregunto qué puntuación me daría yo mismo y si me considero recomendable al 100%. jajaja. Por supuesto que no lo soy, al más puro estilo Groucho, y con la consiguiente ironía, yo no sería nunca mi amigo.

domingo, 2 de agosto de 2009

Resistiendo



Lo bueno que tiene el no comprender algo en la vida es que lo que si entiendes es la naturalidad de dicha incomprensión: por mucho que lo intentes, no se puede saber todo, ni se puede ser todo, ni tener todo, ni querer todo, ni cualquier otro verbo que puedas colocar antes de esta pequeña palabra.

Una de las cosas que no entiendo es cómo consigue el puto Matt Bellamy hacer que me sienta hecho una mierda y a la vez me catapulte el ánimo a la altura de la EEI, imprimiendo ese sentimiento con una frecuencia similar a la duración de una de sus canciones. Supongo que él me lleva mucha ventaja, porque puede crear música y yo no. Como mucho me limito a juntar palabras de maneras extrañas y eso, seamos realistas, ni queda tan bien ni me permite expresar una mínima parte de lo que quisiera. Aunque yo pudiera firmar la letra de alguna de sus canciones, no puedo darle ritmo, tono, melodía ni mezclar como sólo él sabe hacer la guitarra eléctrica, los violines y el piano.

La verdad es que me ha jodido no pillar entradas para los conciertos de Noviembre, pero bueno, la esperanza me dice que puede que bajen los precios de reventa; ahora me contento con saborear una y otra vez el nuevo disco: THE RESISTANCE. Y en breve haré algo más que resistir.

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