Me paro un momento y analizo mi conducta. Racionalizo y estudio el comportamiento más adecuado. Soy eficiente y avanzo hacia un poco más de estabilidad en el trabajo, en casa y con la gente. Y poco a poco se me va olvidando que el mundo no es racional, ni adecuado, ni eficiente, ni estable. Y siento que para vivir tengo que estar un poco más loco. Recuérdamelo más a menudo, ¿vale?

Me gustaría saber cuántos de los 4 millones de parados son aficionados al fútbol. (jaja)
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