miércoles, 25 de febrero de 2009

Mariposas y terremotos

Cuando me preguntan cuál es mi actual grupo de música favorito, la respuesta es MUSE. Y lo curioso es que si me pongo a recordar, no tengo claro cómo o quién me los presentó. El caso es que están ahí, como por casualidad; ese tipo de casualidades en las que me gusta no creer.

Ayer pudiste catar "Butterflies & Hurricanes", y esta canción puede explicar perfectamente porqué Matt Bellamy y compañía consiguen darme todo lo que busco en la música.

Escúchala de nuevo, varias veces, métela en tu mp3 y póntela todo el día. Es una orden que no podrás dejar de cumplir (estoy usando mis poderes jedi para ello) Dale un día a esta canción, pero cuidado: tal vez luego no puedas escapar del efecto Muse y tengas que masticar toda su discografía, y tal vez sufras, como yo, esperando su nuevo disco... que este año verá la luz.

B&H, para mi, trata acerca de cómo ven la vida y el mundo ciertas personas. Son aquellas que, educadas en un perfeccionismo inflexible, no pueden dejar de intentar crecer, mejorar, evolucionar y cambiar. Pulsa el play:



Fíjate en el comienzo: es tan suave, como si se tratara de una canción de cuna: tan dulce que podrían ser las palabras susurradas a un niño cuando él ni siquiera las comprende, cargadas del mensaje que luego será grabado a fuego, poco a poco con más fuerza, por la familia o sociedad...

"tu número ha sido llamado" indica que eres uno más de una grandísima lista, tal vez no más que una cifra, en lugar de un ser humano; sin embargo, se te encomienda un trabajo descomunal:

"tienes que ser el mejor, tienes que cambiar el mundo"

y cuando sabes que "ahora ha llegado tu momento", la batería retumba como el eco de una batalla apocalíptica y Matt ya no canta, grita desesperadamente la machacante imposición exterior: debes cambiar lo que eres y fuiste, porque evidentemente tienes que ser algo distinto para ser el mejor.

Pero, tras el combate feroz, representado por el máximo estruendo de cuerda y percusión... aparece el piano, fuera de toda lógica, expirando como si la muerte hubiera tocado a la puerta de la vida, como si la batalla hubiera terminado...

Sólo entonces parece haber cierta armonía, cierta creación representada por edificios que emergen de la nada, ya no hay gritos ni lamentos, no existe mensaje, no hay órdenes... sólo un instante de paz, de sentimiento... hasta que surge un mensaje que deja entrever cierto aire reconfortante, al mismo tiempo que implacable:

"no te permitas caer" y ... de nuevo, el Mundo te inyecta en vena sus inexorables órdenes iniciales...

"tienes que ser el mejor".

La batería y guitarra sucia crean el ambiente de lucha constante, de ansiedad y desesperación por conseguir lo imposible, lo que nunca llegará, hasta que inevitable, la vida y la canción terminan.

martes, 24 de febrero de 2009

Te echaba tanto de menos

La emoción, menuda meta; sentir que te parte en 2 y que te une, inspirar mil veces para dar vueltas a una tarde soleada, sonreír con los ojos y el alma y ver que el mensaje llega a otra persona, desconocida todavía; una canción que te describe, gritada en el coche; un tipo que da marcha atrás sin mirarte: da igual, no hay daño. Cruces y monos de trabajo custodian las empresas en crisis. China está entre nosotros y ellos, los que no dormirán nunca en mi edificio, están ahora en China. El sistema nos asfixia, nos prepara un Half Nelson cuando nosotros ni siquiera sabemos que es un Half Nelson: vale, acepto que no puedo cambiarlo, pero me he ganado la tranquilidad; estamos en paz!

Llevo todo el día haciendo cosas y otra vez he vencido. Me he vuelto a ganar. Lo sé porque estaba perdido. Pero piensa: lo mejor de todo es... que no ha pasado nada! debe ser que la fase de incubación ha terminado y la idea creativa ha sido... ninguna! (y qué bien sienta saber que el problema no tiene solución - al menos no ahora)
El conjunto vacío es tan fácil de llevar, tan ligero y leve; creo una carta a una amiga que responde desde su pequeño momento libre que le deja un hijo. Creo en más cartas que van a venir. Me recreo en recuerdos y planes, todos juntos, en un presente que me acabo de regalar; que necesitaba desde hace mucho y que ha llegado poco a poco, lo mismo que vino el estrés, avisando en voz baja, recitando versos y versiones que sólo yo a veces entiendo.

Bien, vale, piensa lo que quieras, duda (tienes derecho y razones); pero en 36 años hay una cosa en la que he aprendido a confiar ciegamente: mi intuición. Y ahora, amiga, me dice que esta sonrisa me va a durar bastante. Espero compartirla contigo. =) Sé que lo haré. Te echaba tanto de menos, sonrisa... qué suerte!

lunes, 23 de febrero de 2009

Moviendo sonrisas al tomar té

Estoy de nuevo en Matrix y mis movimientos se han acelerado, mi concentración aumentado y otra vez soy capaz de esquivar balas en forma de órdenes tóxicas y de saltar edificios colocados ahí por agentes malvados de traje y corbata.

Y ahora SÉ que no puedo hacer todo lo que deseo (aunque antes ya lo sabía) porque una cosa es pegarse con un Mr Smith y otra derrotar a un ejército que domina el mundo. La batalla donde caí es en la que he vencido. Intentarlo con todas mis fuerzas hasta morir, me trajo la paz y la vida. Como tantas veces.

Ahora ya sé que no soy el elegido (pero quién quiere serlo?) y eso me quita todo el peso del miedo y la responsabilidad, que venía arrastrando desde hace meses. Tal vez ahora sea más útil, para todos, incluso para mi.
Hay que volver a sitios, hacer viajes a lugares que ya conocí, pero ahora no en forma de huida

Tú estás mal; tienes mi ayuda incondicional, pero te tiendo la mano desde una posición más equilibrada (aunque no lo parezca). Es una ayuda en forma de libertad, para tí y para mi. Y, aunque no consiga mi objetivo, da igual, lo importante es decírtelo y estar ahí, como lo que siempre quise ser.

Aun quedan Cindys Laupers que descubrir, Enjutos que proteger de spams, sabiduría gañanil que admirar y mundos viejunos que doblar, como se doblan las esquinas del tiempo, con una sonrisa. Y no está nada mal para un lunes. =)

domingo, 22 de febrero de 2009

Volver

Me dices que deje de quejarme y actúe, y yo respondo que primero tengo que saber cuál es mi papel en esta peli. Y muchas veces me pierdo en la obra, porque no hay guión y así es comprensible que uno se disperse; sobre todo cuando lo que intentas hacer no tiene que ver con los roles "normales". Quiero ver esa peli de Kate Winslet y Di Caprio en la que un matrimonio intenta no ser "convencional".
Recuerdo "Mozart & the Whale" en la que George Harnet encuentra a una chica super especial, rara, extraña, loca como él y luego, cuando comienzan a salir, él quiere que cambie, que sea "norma". Y eso no puede ser. Tampoco yo quiero cambiarme a mi, yo soy yo y mi crisis global;
Por motivos propios, laborales o ajenos; voluntaria o forzadamente me he visto inmerso en periodos de mi vida en los que intenté tranquilizar, calmar, convencionalizar mi comportamiento.
Ya, ya sé que es un error y sobre todo cuando uno de mis objetivos más claros en la vida es intentar ser yo mismo (o serlo, sin intentarlo, que diría maestro Yoda).
Pero cuando me equivoco, intento reconocerlo delante del tribunal más feroz e inflexible que he conocido: yo mismo.
Ayer hubo inicio de nueva etapa de no-calma. Hubo alcohol por duplicado, risas fomentadas contra las que nadie pudo vencer, tonterías repartidas de forma gratuita, sms contestados con reencuentros, verbenas de la paloma, ataques a banqueros, búsquedas de chicas interesantes que conozcan a Dave Grohl, robos de abrigos, fríos polares calmados humanamente (la chica morenita se guardó el refrán(ciskaner) para ella), risas sonsacadas a amigos ere-mitas, ertc, etc...

He vuelto a lo que yo llamo VIDA: definitivamente, nací para resistir, ¿y tú?
Gracias por sacar lo mejor de mi.

sábado, 21 de febrero de 2009

(No hay) Excusas

Top5 de excusas para (no) ser feliz: ¿Cuáles son las tuyas?

  • Mientras los EREs arrasan entre amigos y vecinos, mi situación ha sido la contraria: un entorno laboral asfixiante me ha llevado a la sobredosis estresante, prolongada en el tiempo y tóxica que me ha llevado al colapso; salgo de ello, recupero fuerzas y levanto la cabeza, intentando recuperar todas mis energías.
  • Por fin estoy viviendo en mi nuevo piso, el traslado y la precariedad van dando paso a la estabilidad. Los gastos, trámites, dudas, azares y tareas que considero aburridísimas como montar armarios, comprar electrodomésticos o limpiar, me han supuesto un gasto atroz de tiempo y fuerza.
  • Mi conexión con el mundo interesante (cine y música) se ha cortado de golpe. Ya me falta menos para poder tener internet (decente). Mientras tanto, sobrevivo "robando" ancho de banda a quien no debo. En breve podré realimentarme con pelis y canciones que NECESITO para vivir, como por ejemplo: Singles, 24h Party People o Keine Lieder über Liebe. Me han cortado los suministros de lo que me da la vida.
  • El amor me vuelve loco, el querer me domina y me salva, pero al mismo tiempo me hunde en la desesperación. Cielo e infierno se juntan, a pesar de mi ateísmo, y me obligan a obligarme; me voy al sol y las alas se queman; descanso plácidamente tumbado en la hierba y mi organismo se enfría. Es la enfermedad que siempre quise. Sé que nunca podré estar en paz, pero necesito un descanso diario, una almohada compartida que me haga verme como soy.
  • Yo. Si, yo soy la excusa perfecta, porque , si lo piensas bien, todo lo que me pasa puede ser buenísimo o lo peor; la ausencia o presencia de las cosas importantes me rodea, atrapa o suelta cuando menos lo quiero, siempre sin control y con la sensación de que no puedo hacerlo solo. Y no puedo, pero yo tengo la autoimposición de tomar el control de mi impredecible destino.




Alice In Chains - No Excuses
Cargado por Maffs

jueves, 19 de febrero de 2009

Dos segundos

Paseo mi desesperación por las calles nuevas, por los viejos recovecos de nada que pueblan la tierra. Me fugo otra vez, sin ti, sin nada, con el nerviosismo de saber que no hay vacío que encontrar, dónde entrar, enterrar este errar que me roe.
Sé que pasa, pero como todo lo demás de Woody Allen, no es consuelo alguno.
No hay control y debo reinventar la fórmula de la calma, integrada por química natural y estrés arti(o)ficioso; la clave que convierta en oro el plomo que arrastras desde hace tiempo. Pero ninguno de mis yos parece conseguirlo.

Me aseo de interiores y me hago viejo en el coche, recorriendo con la vista motivos que me hacen daño, que hieren mis ganas de autocompasión, impidiendo así que pueda al menos llorar por dentro. No me lo permito. Una chica sin piernas en una silla de ruedas eléctrica pasa a mi lado. ¿Qué cojones pensaría de lo que siento? Un tipo feucho pasea por la acera de enfrente, de la mano de una chica regordeta. Parece que hablan y gesticulan, tranquilos, sin mucho entusiasmo. Me vuelvo a morir de envidia a pesar de que nunca me fijaría en ella en cualquier otra ocasión.
Un amigo mira si se mu(ere) y una amiga no quiere mirar lo que lleva en el bolso. No puedo permitirme esto.

Mi centralita nuclear está inoperativa; no me centra y mi Homer Simpson se quedó sin donuts. Mi periferia me da mil vueltas y todo empieza de nuevo. Y sin embargo, vuelvo a casa, ahora solo de verdad, y una canción me dice que habrá más. ¿Pero cuándo? y porqué? y porqué no? y soy yo bueno para ti? y eres tú buena para mi?

Y el tiempo me susurra que, en dos segundos, la música terminará y llegará el viscoelástico descanso.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Volviendo de nada

Hay que quitar ciertos frenos, huir de los miedos que atenazan cuerpo y mente y saltar a la piscina vacía del mundo sin ti; de neo.
Ahí fuera no valen medias tintas, ni folios escritos sólo por una cara; el destino está escrito con fuego en el camino que tomas cuando quieres vivir. Claro está que el fuego quema, pero hay que tenerlo dentro, como el núcleo magmático terrestre que podría alimentar energéticamente a toda la humanidad eternamente.
Aprovechar la energía endotérmica de uno es clave y si para ello debemos recurrir a caldos milagrosos, infusiones estimulantes y textos digitales, adelante con los faroles.
He cambiado de refugio, ya no soy limaco; las nuevas paredes tiñen de blanco la soledad y quietud de un territorio inexplorado, virgen y calmo, donde el silencio grita y el tacto falta. Eso no es nuevo, aunque pienso que nada puede dar descanso hasta que no se comparte.

V(amo)s, casi nada; que es-toy (de)volviendo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Ver(te) más

Uno de mis defectos mas terribles es que sufro una especie de antisíndrome de Asperger, consistente en no dejar de ver dobles (re)sentidos, metáforas extrañas, causas y no casas y en general ver burbujas donde no hay.
Lo malo de sentir lo que no existe es que nunca puedes pisar suelo, descansar la cabeza, tranquilizar el corazón y te ves envuelto en una espiral de búsqueda, creación, creencia y locura que te impulsa a materializar todo eso que no está.
Entonces es imposible el reposo, inalcanzable el equilibrio y terrible el efecto de la duda. Vamos, lo de siempre.
Asumo que nunca voy a ser capaz de asumirme o aprendo a no dejar de aprender.
Persigo otra vez las pompas de jabón que no contienen nada, salvo tal vez un segundo más de aire.
Pero esto no para, pese a lo que pesa: mientras besa, la vida merece la pena.

miércoles, 11 de febrero de 2009

En-vid(i)a

Me daban ataques de envidia; episodios similares a los de AdeG, IT Crowd y The Office juntos. O peores.

Lo que más me fastidia es que nunca fui envidioso de nada; no consigo recordar algo que haya tenido una persona que me hiciera ambicionarlo. De hecho yo soy todo lo contrario, lo ajeno me repele, soy su enemigo en principio, como buen seguidor del último de la fila. Pero cuando los principios fallan, caen las imágenes que uno tiene de si mismo. Y ahora he caído... en la envidia.

Y todo por una frase de una noche robada al calendario laboral, fría, sola y tardía, que llegaba de un pasado cálido, abstracto, ajeno e irrepetible, envuelto en belleza y tristeza que no eran mías.

He de reconocer que en varios meses no pude quitármelo de la cabeza. Intenté hacerlo sin éxito, sin darme tregua; al final no pude solo; sólo tuve que sacarlo y fueron palabras ajenas, escritas como siempre, tras un "esto no es para hablarlo ahora".

Y esas mismas palabras que escuchadas herraron en mi lomo el estigma de la envidia, son las que ahora, al verlas, retuercen y estrangulan el maldito sentimiento, permitiendo que yo y mis putos principios nos ahoguemos dulcemente en una piscina esmeralda. De nuevo.

¿Que no comprendes nada? y ¿qué te hace pensar que yo si?

Muere otro día y yo lo dejo agonizar... y después de cenar, con la calma, llegan demasiado tarde las ganas de matar.

martes, 10 de febrero de 2009

Descentrado

Soy como Franco Battiato y busco un centro de gravedad permanente, que no varíe tanto o que al menos no tenga almenas; sólo promesas? porqué tan pocas promesas y tantas remesas de DM blanco, negro o de cualquier color "in ?

Me siento desalojado y la suma de todos los puntos de masa que conforman mi estructura revolotean entorno a 3 espacios, 2 tiempos y un agujero negro supermasivo que no sé si soy yo o eres tú.

Si, tengo dos casas (aunque sólo una es mía, y esta me es más extraña y fría que en la que he vivido los últimos 5 años. Mi tercer sistema está lejos, tal vez esperándome, tal vez yo lo espero; pero no, yo viajo en él y en el cd me susurra que la esperanza se destila en forma de canciones versionadas.

¿Cómo puedo estabilizarme de alguna manera? con el tiempo. Pero no el presente.

Me siento torpe, lento, como un mono marino en una franquicia de PC City, apartado en un lugar del fondo, detrás de los bolsos para portátiles, esperando que un geek aparezca y me compre para tenerme en la estantería de su cuarto, junto a un yoda o una minijarra de sake con un par de palillos de madera.

No estoy en forma, no tengo reflejos ni siquiera en el espejo de casa (II); pero al instante, me entra por los dedos de las manos unas ganas terribles de hacer cosas interesantes como leer lo último de Nick Hornby, escuchar el grito de Chris Cornéll con acento en la e, describir los 5 principales sucesos que marcaron mi personalidad antes de los 8 años o decirle a la chica de la tienda de muebles que se venga conmigo a tomar cervezas hasta que demos con el complemento ideal para un chaisselongue gris-negro.

No sé si me está afectando esto de no tomar café desde hace 3 meses; pienso que tal vez la clave de los momentos más importantes de tu vida esté en detalles aparentemente estúpidos como la falta o el exceso de unas cuantas moléculas de algo en tu sangre.

Lo más extraño es que me sienta bien al extrañarte. No tomo asiento, pero espero.

Tengo la curiosa sensación de que este va a ser un buen año y de que en el futuro próximo o presente continuo de mi vida, todo va a ir bien o al menos voy a escuchar eso varias veces. Ya sé que no será así, pero créeme, me hace sentir genialmente tonto.


Turn It On - Franz Ferdinand

miércoles, 4 de febrero de 2009

Wannabe


Me hablo y me escribo con la intención de no engañarme, con la necesidad de confesar lo que no soy capaz de decir.

Escucha, ¿no te ha pasado alguna vez que emprendes una carrera con todas tus fuerzas hacia algo y luego, al llegar te preguntas cómo, porqué y quién llegó a plantar en tu cerebro la obsesión de esa meta? y cómo volver atrás? y cómo volver a sufrir todo el esfuerzo y humillación de la derrota? pero no hay opción. La alternativa es la nada. Y la nada es lo peor. Cualquier cosa menos la nada.
¿O es que alguien te ayudará a adentrarte en el vacío absoluto? Pero eso no existe. Y si no existe, ¿que es lo que te da miedo? tú, sólo tú. Y yo, que es casi igual.

Pero todo esto no tiene sentido y no lleva a ningún lugar. Y yo quiero ir a algún sitio. Pero no a un lugar geográfico, una playa del cantábrico o una colina verde con un viejo árbol sin hojas y un rebaño de ardilatxas. Quiero ir a un lugar bicolor donde no hay paisajes bucólicos ni vistas rojizas de la playa en atardeceres de marea baja. Quiero ir al paraíso de la risa ciega, donde la totalidad del mundo y su locura se quedan fuera.
Quiero volver a estar donde se genera vida y muerte, donde no hay elección y todo pasa. Quiero tocar de nuevo la luz que me parte en dos y deja mi alma en un lugar solitario, a la espera de que alguien la recoja o le asigne una misión con una sonrisa condescendiente.
Quiero tener en mi mano el poder de no escribir, de no pensar, de no querer, de no existir, de no ser yo. Por una puta vez en mi vida quiero dejar de ser y prefiero ESTAR.

The Best of You (FF)



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