Ellos no tienen ningún miedo, al menos hasta ahora, pero tú si.
Cuando se ve a la de negro de frente, claro que da miedo. Pero ellos no tienen ese problema. Demasiada ventaja.
Deja de pensar, céntrate. Ahora, presente. Olvida todo lo demás.
Olvida el hombro magullado y el tobillo retorcido. Olvida a H. ¿habrá sobrevivido? Olvida, limpia tu mente y mira el Ahora.
Revisas el nivel de carga del disruptor HV portátil. 50%. Puede que esos cibercops que te habían rodeado no tuvieran miedo, pero no aguantaron ni 2 segundos de radiación azul disruptora. La moto. Salir con ella es delatarse pero es un medio ultrarrápido de llegar al sector de la reserva. Y allí, entre humanos estarás a salvo.

¿Porqué complicarse la vida? ¿Porqué rebelarse contra ellos? ¿Porqué querer seguir siendo débil? ¿Porqué no abrazar una vida de perfección elegida entre un menú de ingeniería robótica? ¿Porqué.. *
El triple servofreno delantero de la CBR Penfield responde instantánea y afectuosamente al leve roce de tus dedos y toda la furiosa energía cinética de la moto se clava rabiosamente en la suspensión delantera, obligando al sistema compensador automático a actuar. Tu cerebro intenta recuperarse de la aplastante deceleración 400-cero en 2 segundos. Delante de tí, la barricada y los trajes azules bloquean el paso. Detrás llegan tus perseguidores. Conectas el disruptor, sabiendo que no será suficiente, dejas de pensar y sigues viviendo...
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