sábado, 27 de diciembre de 2008

Siete

* ¿Alguna vez pensaste en todo lo que acabamos pareciéndonos a nuestros padres? Yo lo hago, porque siempre me ha asustado el hecho de que tanto genéticamente como por la educación que recibiste hasta los 7 años te dejen marcado para siempre, con una maldición que quizás tardes toda la vida en quitarte de encima. Eso si lo intentas, claro. Tal vez la vida consista en quitarte pesos mentales que pusieron ahí nuestros padres, con más o menos certeza o consciencia.
Me preocupo, porque veo amigos, familiares e incluso a mi mismo repitiendo actitudes y características de quienes nos criaron. Y una de las cosas que intento en la vida es NO REPETIR. ¿En eso consiste ser uno mismo, no? Y no hay que olvidar que un rasgo típicamente infantil es la repetición de lo que se ve, con la intención de aprenderlo, pero luego con la inconsciencia de lo interiorizado.
Cuesta mucho filtrar lo que has aprendido y quieres que sea tuyo y lo que se te coló sin ser previamente invitado, como un ladrón que te robará TU propio destino.
Dime si te ocurre lo mismo, dime si ves en tus amistades el reflejo de uno de sus padres; y dime si eso es bueno, porque a mi me parece que sólo es bueno lo que uno ELIJE o ACEPTA por si mismo.


Berto y Buenafuente en "El Imperio Contraataca"

* Me cuentas las incidentadas aventuras de tu viaje a Australia y yo y mis Paulaners gigantes en homenaje a HP (no el de las impresoras) hacemos como si nos interesa eso de clavar el remo para no estrellarte en ese cañón de los cocodrilos. En el fondo ahora mismo también estás describiendo círculos en el descenso de la noche. Lo cierto es que me interesa la sonrisa con la que me miras, pero estoy esperando algo más. Y tú también, lo veo claro. Pero una desconocida extranjera buscando un buen chico una noche de invierno no es lo mismo que un pseudo-conocido local que busca buenas personas, aunque no sean 7 como Will Smith y se contentara sólo con una para aprender de ella un rasgo más.
Y tú sigues con tus historias y hay que reconocer que me río, pero tu amiga está aquí en medio, como el jueves, y a mi me da cierta pereza iniciar el rito. Y ya que es ella la que pone su casa para que duermas, no creo que le guste demasiado que te vengas conmigo. Así que no haré nada, al menos no esta noche. Porque me cansa demasiado la falta de iniciativa femenina. Y tú esta noche lo eres mucho. Muy femenina. Pero mi Paulaner también lo es, y al beberla me lo paso igual de bien. ¿Qué quieres chica, qué quieres? =)


Siete almas (Seven Pounds) - Tráiler español

* Hoy se produce el mayor ataque israelí contra una ciudad palestina en décadas. ¿No buscaba EEUU terminar con el terrorismo en el mundo? podría empezar por el estado de Israel. Claro que EEUU es peor.

4 comentarios:

3'14 dijo...

Bueno, es aterrador cuando tomamos conciencia de estar repitiendo patrones paternales que no los hubieramos querido asimilar nunca, sin embargo, reconocerlo ya es un primer paso para tratar de desprendernos de esos malos hábitos.

Me han entrado ganas de ver la de Smith, supongo que si la nombras será por que te gustó, a parte de venir a cuento con el post.

Neo dijo...

Se puede ver, pi, pero olvídate de WS graciosillo, esto es un drama en toda regla! =)

Gata Vagabunda dijo...

Sí, yo me percato cada día que pasa de lo mucho que me parezco a mis padres y del poder de la genética, pero no creo que seamos nunca "copias". Somos versiones evolucionadas ;-) (en algunos casos para bien y en otras para mal) De todas maneras ya me lo explicarás, porque a mí eso no me produce pánico alguno... ¿? ¿en tu casa no les gustan las cañas? :-)

Neo dijo...

Es una cuestión de grado de libertad y de capacidad de ser uno mismo. Hay un momento en la vida en que vas tomando conciencia de lo que eres y te da pena haber recorrido un camino que no era el tuyo, si no el que te marcaron tus padres. jajaja no hay cultura cañera en mi casa =)

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