viernes, 19 de septiembre de 2008

Señales

Pensé que este vértigo que me acompaña desde hace meses era una señal que me hablaba de ti, pero no era del todo cierto. Hasta ayer no era consciente de ello, porque no era el momento o quizás debido a que no tenía la energía necesaria para percibirlo correctamente.
Es como si estás en el Km 35 de una maratón y alguien te ofrece un pata de pollo crujiente, recien hecha en un horno casero y humeante de sabor... quizás tu mente a esas alturas de carrera no sea capaz de entender qué es un alimento delicioso.
El vértigo y la sensación de que el tiempo pasa a la velocidad del sonido se refería a ti pero indirectamente, en un requiebro situacional que sólo yo podía comprender. Tú fuiste capaz de señalar cuáles eran las siguientes piezas a colocar, sin mover un dedo. Porque a veces, las imágenes especulares que nos da la vida, a pesar de que sean distorsionadas por la aceleración de cada año que cumples, tienden a quedarse grabadas en alguna parte de la mente, como un fogonazo de luz detrás de una figura que te deja su silueta marcada a rotring en las retinas. Donde quiera que mires, la ves.

El tiempo pasa y hay que estar atento a las señales, pero mucho más a quienes son capaces de hacerte CAMBIAR, eligiendo el camino que tú querías, pero al que no le había llegado la hora, hasta hoy. Gracias por enseñarme, sin pretenderlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Atentos a las señales! que los maestros llegan cuando los alumnos están preparados!

Posdata: lo último de Woody, me encantó.

NuNú dijo...

Señales, ummm, señales... Eso se cura con dos dosis seguidas de Muchachada Nui y otra de la SexyConchi en el youtube.

Jeejejejejeje, no si yo creer no creo en ellas pero haberlas hailas

Besos de besos

Antígona dijo...

Una vez le oí decir a alguien que un enamorado no es más que un individuo en busca de señales. Me pareció certera la definición -señales de que el otro se ha fijado en él, señales de que cabe la posibilidad de ser correspondido... -, pero luego pensé que sólo se trataba de una derivada de una definición más general que podía corresponder a todo ser humano. Porque yo diría que todos andamos en busca de señales, de signos, de indicios que nos den alguna orientación acerca de cómo debemos actuar, de si hemos actuado bien, de lo que los otros esperan de nosotros... Hacemos algo y buscamos la señal de su repercusión en el mundo. Dejamos de hacerlo y también buscamos la señal. Estamos perdidos en medio de la montaña y miramos ansiosamente a nuestro alrededor en busca de la marca que nos revele por dónde continuar.

Pero las señales no existen del todo ahí fuera. A veces sí, claro. Los otros son grandes emisores de señales. Pero no siempre. O no de la manera en que nos empeñamos en creer.

Las pone el que las busca. Y con ello se marca a sí mismo el camino que quiere seguir sin terminar de ser consciente de ello.

No es fácil eso de elegir el camino que uno quiere. Tal vez por ello siempre estemos aprendiéndolo y siempre tengamos que seguir aprendiéndolo.

¡Un beso!

Anónimo dijo...

Ni todo lo que nos circunda es un complot para enviarnos señales (tengo una amiga que en todo ve una señal)ni tampoco podemos negar una señal reincidente que se empeña en llamar nuestra atención aunque nos neguemos a mirar...

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