miércoles, 4 de marzo de 2009

Ensayo Ciego

- Qué absurdo - repetía una y otra vez como si recitara uno de esos haikus que no hay forma de comprender, salvo que te quedes ahí repitiéndolos eternamente.

- Puede ser - escuchó.

Hacía tiempo que la oscuridad lo había teñido todo de blanco y ya casi dudaba de su capacidad de oír; la voz no sonaba del todo extraña; tal vez...

- ¿Quién eres? ¿Dónde estás?

Nada.
Sólo silencio.

El silencio también es una buena respuesta, aunque no suele gustarnos. Pero ya tenía demasiado silencio hasta que llegó esa voz.
Pensó que tal vez su dueño pudiera ver algo, pues sonaba bastante tranquila, no como la suya, que transmitía la ansiedad de quien se siente perdido.
Por un instante, la certeza de no estar solo se apoderó de él y eso le dio fuerzas para avanzar unos pasos más, sin esperanza pero convencido de que lo que necesitaba no estaba ahí ni iba a aparecer por arte de magia.

Pero qué más le esperaba ahí fuera...?

2 comentarios:

Thabitha dijo...

Deja de plagiar a Sara-Mago jaja. Hay ganas de ver 'A ciegas' eh?
Saludos ciegos (que no borrachos).

Neo dijo...

ay, no veo nada =) jaja

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